Sé que lo más valioso para una pareja no es solo verse bien en las fotos, sino reconocerse en ellas, revivir sus nervios, sus miradas y esas pequeñas historias que suceden sin que nadie las note.
Después de más de 20 años como fotógrafo, descubrí que lo que realmente me hace feliz es capturar emociones reales. Por eso decidí especializarme en reportajes de boda en cualquier rincón de España o del mundo. Mi enfoque es documental, íntimo y sincero: busco que cada imagen refleje los sentimientos auténticos de tu gran día.